Leer “The 10X Rule” ha sido toda una experiencia. Me ha impactado tanto lo que el libro comunica y he percibido tantos beneficios potenciales en aplicar lo que en él se explica, que he decidido compartir mi opinión contigo.

Eso sí, “The 10X Rule” no es un libro para cualquiera.

Aplicar los principios que Grant Cardone describe en las páginas del libro no es algo sencillo porque require diez veces más entrega, diez veces más compromiso y diez veces más acción de la que generalmente estarías dispuesto a realizar.

En esencia, requiere que te obsesiones con tus objetivos, pero, para hacerlo, hay que derribar muchos tabúes y combatir los prejuicios que todos tenemos en mayor o menor medida.

Soy consciente de que el énfasis, la vehemencia y la personalidad arrolladora del autor del libro pueden hacer que creas que es otro charlatán más con otro libro absurdo de auto-ayuda. Dale una oportunidad, no lo es.

Si te preocupas por buscar la esencia del libro, abres tu mente para encontrar las partes realmente valiosas y eres sincero contigo mismo/a, puedes extraer lecciones muy positivas que te permitirán tomar decisiones que pueden, potencialmente, cambiar tu vida.

Lo que vas a leer a continuación es mi síntesis del libro. Ni por asomo he cubierto todo el contenido. Esto es, sencillamente, lo que ha resonado conmigo. Te puede servir —de hecho espero que así sea— pero lo realmente importante es que te hagas con una copia y lo devores sin descanso. Como anécdota, yo lo leí en menos de una semana.

Multiplica por 10 y es posible que te acerques

Una de las claves del libro y parte de la razón de ser de “The 10X Rule” como tal es que, por regla general, sobrestimamos nuestras capacidades o, dicho de otra forma, infravaloramos lo que nos costará en tiempo y esfuerzo llegar a cualquier meta u objetivo.

La primera consecuencia de actuar de esta manera es que, pasado un tiempo determinado, la motivación desaparece y con ella, el propósito de hacer el camino que lleva al objetivo que te hayas marcado.

Mentalmente hablando, es muy sencillo encontrar excusas que te hagan sentir mejor mientras abandonas, todos lo hacemos: quizás no es el mejor momento, prefiero centrarme en mi trabajo, más adelante encontraré la forma de sacar tiempo, en verdad no era tan importante, etc.

Esta es la razón principal por la que los gimnasios se llenan al comenzar el año y millones de listas con nuevos propósitos son escritas cada diciembre, pero como la mayoría de personas no somos conscientes de lo que conlleva hacer realidad nuestro propósito, abandonamos tarde o temprano.

Tienes que entender que es imposible saber lo que conlleva física y mentalmente llegar al siguiente nivel en lo que te propongas, porque sencillamente no estás ahí todavía.

Multiplicar por 10 las acciones, esfuerzos y dedicación, se plantea entonces como el único camino seguro para arrasar y dominar en lo que te propongas, lo que nos lleva al siguiente punto.

No es trabajo, es tu obsesión

Tus objetivos o metas (si te has preocupado de definirlos) probablemente sean poco ambiciosos porque están definidos en el marco de lo razonable, lógico y cotidiano.

“The 10X Rule” propone que te tomes tu tiempo para averiguar tu porqué y entonces designar un objetivo o meta tan masivo, enorme y brutalmente grande que parezca irreal e incluso ridículo. Sólo así tendrás la motivación suficiente para persistir en su persecución.

Si te has tomado tu tiempo y has reflexionado, tu meta y objetivo estará íntimamente alineado con tu porqué y en muchas ocasiones las acciones que tengas que realizar para llegar a él no las sentirás como trabajo porque forma parte de ti mismo/a.

Excluyendo a las personas que realmente tienen un problema médico-patológico con el trabajo, esta reflexión abre un nuevo punto de vista sobre el grupo de profesionales a los que la sociedad llama workaholics.

Así pues, “The 10X Rule” enseña que debes normalizar lo que piensas que es grande, debes aumentar tus miras ya que si esperas resultados masivos, tus pensamientos, acciones y esfuerzos deben ser también masivos. No puedes esperar cambiar haciendo, pensando y siendo el mismo/a.

Cuando te atrevas a desafiar lo aceptable y razonable al proponerte una meta masiva y te comprometas a multiplicar tus acciones, comenzarás a desglosar mentalmente los pasos necesarios para alcanzarla, te proyectarás y visualizarás habiendo conquistado tu objetivo.

Estarás creando y alimentando tu obsesión.

No te rindas. No abandones. Haz más aún

Ni tu ni yo somos máquinas o personas con energía infinita, eso está claro.

Más tarde o más temprano llegará el momento en que sientas que estás a medio gas y que has perdido las ganas. No te dejes llevar por ese sentimiento ni caigas en la apatía ya que es la enemiga de cualquier cambio.

El consejo normal, razonable y realista en estos casos sería decirte que es posible que estés intentando llegar demasiado lejos y que te estás perjudicando a ti mismo/a por perseguir un imposible. Sin embargo sería una excusa disfrazada de consejo.

Lo que tienes que hacer es un pequeño retiro para reflexionar, recargar energía y volver a la carga con aún más acciones, más esfuerzo, más dedicación y una renovada obsesión por dominar y triunfar en lo que te hayas propuesto.

No uses lo razonable como excusa. Nunca reduzcas un objetivo o meta a una versión parecida y aceptable pero más “realista”.

Si no luchas por tus objetivos, serás utilizado/a para objetivos ajenos

No importa el tipo de artículo o el tema sobre el que esté escribiendo. Si repasas mis entradas verás que siempre hago hincapié en lo importante que es tener metas y objetivos para hacer de ellos la piedra angular de todos tus esfuerzos.

Es algo así como saber dónde está el destino final, aunque no sepas lo que te costará llegar a él, como un faro en la noche: sabes hacia dónde tienes que encaminar tus pasos, aunque no tengas claro cuántos pasos tendrás que recorrer.

El camino —que no conoces— puede ser duro, pero anima mucho ver donde está el final.

Al hilo de las metas y sueños, quiero poner una cita textual del libro “The 10X Rule”:

“Mientras estés vivo/a, vivirás para, o bien cumplir tus propios objetivos y sueños o ser utilizado como recurso para cumplir los de los demás. Si no te centras en tus metas, pasarás tu vida consiguiendo objetivos para otras personas -específicamente aquellos que sí luchan por sus metas”.

Puedes mirar a otra parte, puedes creer que a ti no te hace falta o que no te afecta, puedes aferrarte a la falsa seguridad de la ilusión del trabajo estable. Da igual.

Si no tienes un propósito y una agenda, seguirás la agenda de otro para cumplir sus objetivos. Formarás parte de la correa de transmisión para conseguir metas ajenas y de nada importa que no seas consciente de ello.

Debes salir de la cultura del miedo

Otro de los aspectos más destacados del libro “The 10X Rule” y que se repite en muchas ocasiones, es la necesidad de dejar de temer el miedo.

Grant Cardone afirma que el miedo es un buen indicador de que estamos realizando las acciones y tomando las decisiones correctas para crecer y dominar.

Si multiplicas tus acciones y esfuerzos, más pronto que tarde estarás explorando nuevos caminos y territorios y, por lógica, sentirás ansiedad ante lo desconocido. Muchas personas se paran aquí y dan media vuelta. Tú tienes que continuar expandiendo tu zona de confort y seguir hacia delante.

Las personas que formamos la “clase media” siempre hemos sido sometidas a esta cultura del miedo. Hacer siempre lo razonable, no intentar extra-limitarte, no abarcar demasiado, ser realista.

Si te fijas bien, este principio o forma de pensar es extremadamente limitante. Llegarás hasta lo razonable porque mentalmente es hasta ahí donde te permitirás llegar. Además, es una gran excusa lista para utilizar en cualquier momento de flaqueza y justificar así tu propia mediocridad.

Debes de decir ¡basta ya!. Tu y yo tenemos que desterrar definitivamente esta forma de pensar para poder multiplicar las acciones que nos llevarán a cumplir nuestras metas y objetivos.

Así que, quédate con esto: el miedo es un buen indicador de que estás ampliando tus horizontes. Es la prueba fehaciente de que lo estás haciendo bien.

Dominar en lugar de competir

Sin embargo, una de las ideas que más me han impactado del libro “The 10X Rule” es la obsesión de su autor por dominar cualquier terreno en donde participe.

Dice, casi textualmente, que competir ”es de nenazas” y que si sales con esa mentalidad al campo de juego, ya has perdido. No comparto del todo esta afirmación, pero también es cierto que —como hemos visto antes— muchas veces limitamos el resultado de nuestras acciones con pensamientos auto-limitantes.

La propuesta del libro es tener siempre el objetivo de dominar aquello en lo que participes. Hacer lo que nadie hace, vencer cualquier miedo y llegar hasta donde haga falta con tal de ser la referencia, aquel en el que todos se fijan y que acapara toda la atención.

La manera de hacerlo, una vez más, comienza con un cambio de mentalidad, desterrando lo razonable y abrazando el miedo que supone multiplicar tus acciones y exponerte a la incomodidad de hacer algo por primera vez.

¿Nunca te has preguntado qué pasaría si pensaras que no tienes límite?. Estoy seguro de que desde ahora serás consciente de que el ámbito, alcance y resultado de muchos proyectos están saboteados por la mentalidad de las personas que los desarrollan.

Conclusión: Que le jodan al “work-life balance”.

Definir una conclusión para esta entrada tras leer “The 10X Rule” es complicado.

Por un lado siento que lo que dice el libro, en esencia, es verdad. Lo sé porque poner en práctica lo que enseña Grant Cardone, cumple con los dos factores que en mi experiencia separan la basura de lo genuino, revelador y potencialmente beneficioso:

  1. Es duro.
  2. Es simple.

Por otro lado, tengo activo el lavado de cerebro al que todos hemos sido sometido. Tengo miedo de comprometerme a hacer 10 veces más y no ser capaz. Tengo miedo a hacer el ridículo. Tengo miedo de exponerme y que tú pienses que soy un fraude. Tengo miedo de equivocarme. Tengo miedo de fracasar.

Sin embargo, no hace falta que un libro te recuerde que debes expandir tu zona de confort y aceptar el cambio, la ansiedad y la incomodidad de lo nuevo. No necesitas que yo te diga que no llegarás a donde quieres llegar con acciones estándar, razonables y lógicas. Todo esto ya lo sabías antes de comenzar a leer el artículo.

No derroches tu vida persiguiendo los objetivos de otra persona.

Acepta el miedo, multiplica por 10 lo que consideres razonable y comienza a dar los pasos para salir de la mediocridad. Es lo único que te separa de la vida que quieres y te mereces.