He escrito esta entrada inspirándome en mi intervención con el mismo nombre en OFNPodcast.
Si quieres escucharla, te dejo el enlace.


Siempre he sentido rechazo hacia el mundo del marketing. Lo reconozco.

Equivocadamente, he asociado el marketing con el engaño durante tanto tiempo que al encontrar una nueva perspectiva sobre el, ha supuesto una revelación. Hoy quiero compartirla contigo.

Este artículo está dividido en dos partes. La primera te llegará más si todavía no has comenzado a producir algo. En la segunda parte encontrarás valor sobre todo si ya has comenzado tu camino y tienes una audiencia.

Pero antes de entrar en detalles, déjame que te cuente qué circunstancias me han llevado hasta aquí.

Mi viaje

Después de todo resulta que el problema no es el marketing. El problema son algunas de las personas que viven de el.

En nuestro país hay demasiados expertos en marketing, es un hecho. Este es el colectivo que recomienda acciones y prácticas cuyos efectos sufrimos tu y yo hoy en día.

Si como en mi caso este ha sido tu único contacto con el mundo del marketing, es normal que también sientas rechazo. Todos reconocemos la mediocridad cuando la tenemos delante.

Pero a pesar de todo, déjame que te diga una cosa: Necesitas marketing.

¿Por qué te estoy hablando de marketing una y otra vez?. Porque cada vez comunicas algo lo estás utilizando, seas consciente de ello o no.

Parte 1: Deja de mirar hacia otro lado y empieza a crear

Todo lo que voy a contarte en este artículo es valido para cualquier situación —al fin y al cabo son principios humanos—, pero donde brilla en el proceso de creación de una audiencia.

¿Para qué necesitas una audiencia?, muy sencillo: Para poder desarrollarte como persona y profesional, mucho más allá de lo que tus actuales circunstancias te permitan.

La audiencia es el soporte que te sostiene y permite explorar otras opciones vitales y profesionales, acompañándote en el camino.

Estoy seguro de que alguna vez has pensado en crear. Quizás escribir un artículo, puede que grabar un vídeo o incluso desarrollar un curso.

El problema es que la mayoría dedicamos más tiempo a anular el genuino de crear y encontrar excusas para no dar el paso, que lo que supondría comenzar a exponer algo.

Como ser humano tienes un punto de vista único. Es triste que el mundo se pierda lo que tienes que decir.

Crear es un paso muy importante que te situará entre la minoría que produce el contenido que es consumido por la mayoría. Como efecto secundario, te posicionará como una autoridad en el tema que trates.

Necesitas una audiencia

Como te acabo de decir, crear una audiencia es la consecuencia automática de producir contenido (de *exponer algo) durante tiempo.

El tipo de audiencia que atraigas dependerá del tipo de contenido que crees. Un contenido más profundo y especializado sobre un nicho específico no atraerá a las mismas personas que un tema mucho más generalista que está en boca de todos.

Yendo al aspecto más humano, más allá de producir contenido (lo tangible) se trata de aportar valor a las personas a través de tu experiencia.

Aportar valor de forma consistente y sin exigir nada a cambio es el camino lento pero seguro hacia la creación de una comunidad.

Personas que tras conocerte a través de tu cómo —lo que haces— se comprometerán con tu porqué —lo que eres— y te acompañarán allá donde vayas.

Si crees que no tienes tiempo, no busques más excusas: Cualquiera puede producir algo aunque sea una vez a la semana.

Aprende a comunicar con intención

¿Conoces la frase que dice ”If you make it, they will come”?. Habría que re-formularla en ”If you make it, you NEED to market it”.

Si crees que por tu profesión o circunstancias no necesitas marketing, lo siento, estás equivocado.

Tienes que darte cuenta de que cada vez que comunicas estás vendiendo la versión de la realidad y de ti mismo que quieres proyectar.

La versión que te interesa.

La versión en la que el aumento de sueldo que has pedido es lógico y coherente. La versión en la que eres el mejor candidato del proceso de selección o la versión en la que “es mejor quedarse en casa esta noche y ver Netflix”.

Es algo que no puedes evitar, pero si controlar a voluntad.

La clave es aprender a hacerlo conscientemente, con intención y propósito, desarrollando sin duda una habilidad que puede traer un enorme valor a tu vida.

Empieza aquí y ahora

He tratado de eliminar las dos típicas objeciones que todos tenemos a la hora de crear: Pensar que no tienes nada nuevo que decir y creer que no tienes tiempo.

Ahora ya sabes que tu voz es única porque eres un ser humano único. También sabes de que cualquiera puede crear algo aunque sea una vez a la semana.

Lo que ahora necesitas es un compromiso. Primer contigo. Luego conmigo. Quiero que te comprometas y aceptes el reto de escribir durante al menos quince minutos, como primera acción del día.

Escribir es el inicio de todo. Tanto si vas a grabar podcast, producir vídeos o escribir novelas: Todo comienza con escribir.

Si aún así no te convence mi argumento. Voy a ayudarte eliminando las excusas más típicas:

  • Si no tienes tiempo, adelanta el despertador veinte minutos.
  • Si tienes mucho sueño, acuéstate veinte minutos antes.
  • Si no sabes de qué escribir, escribe sobre no saber de qué escribir.
  • Si te quedas en blanco, escribe lo que estás pensando.
  • Si no sabes que App utilizar, usa el bloc de notas nativo de tu sistema operativo.

No tengas ninguna pretensión. No tengas ningún objetivo a cumplir o expectativa de resultado.

Escribe para saber sobre lo que quieres escribir.

Únicamente escribe quince minutos durante treinta días seguidos y, al final, cuéntame qué ha ocurrido. En serio, quiero que te sientes a escribir durante un mes y luego me cuentes tu experiencia.

Aunque ahora no te lo creas. Si lo haces tu vida cambiará para siempre y se abrirán una serie de oportunidades que ahora ni sospechas. Te lo digo por experiencia.

Olvídate de los números

Espero que hayas aceptado el reto y estés decidido a crear comenzando desde desde mañana por la mañana.

Puede que por ahora no, pero a medida que desarrolles el hábito de escribir, publiques tus creaciones y te vaya costando menos el ponerte cada mañana a teclear, irás prestando más atención a otros factores. Principalmente los números.

¿Quién lee lo que escribo?. ¿Cuántos comentarios tengo?. ¿A alguien le gusta mi artículo?. Todas son preguntas legítimas. El problema es que tienen el poder de distraerte, obsesionarte y en el peor de los casos frustrarte.

En en el proceso de creación, el indicador más importante es el feedback que recibes. No lo olvides.

Los números, likes, shares, retuits, visitas o suscriptores sólo valen para obsesionarte. Son entidades vacías, sin valor alguno por si solas.

Las preguntas deberían ser: ¿Alguien contesta tu newsletter?. ¿Alguien comenta tu contenido —sea del tipo que sea— para darte las gracias?. ¿Notas que has impactado en la vida de personas positivamente?.

Si es así, enhorabuena, vas por el buen camino. Ahora tienes que seguir haciendo lo mismo de forma aún más consistente.

Cuando lo que creas nace del deseo de querer expresar o compartir tu experiencia y reflexión para ayudar, sin más, sin esperar nada a cambio, eso se nota. Llega. Se transmite.

Ese sentimiento humano de conexión es más valioso que cualquier sistema de conversión o estrategia de captación.

¿Quiere esto decir que no hay que tener en cuenta los temas candentes o lo que la gente habla?. No, para nada. Puedes hablar de lo que quieras y, si además ese tema es algo que está en boca de todos en ese momento pero es relevante, mejor para ti.

Lo que tienes que hacer —repito— es aportar valor sin preguntar nada a cambio —por ahora— de forma consistente. Si te comprometes a publicar cada semana, tienes que hacerlo. Si te comprometes cada día, tienes que hacerlo.

Usa las matemáticas y haz los cálculos. Si publicas una entrada en tu blog cada viernes, al cabo de un año habrás publicado casi cincuenta entradas. Además de haber creado una audiencia en el camino y aprendido muchísimo de ella, ¿crees que ese track record pasará inadvertido para siempre?. Quizás en la época pre-Internet, pero no ahora.

Sólo tiene que encontrar tu contenido la persona correcta. Una es suficiente. Es la que te abrirá las puertas de una siguiente fase; todavía no sabes cual es pero si construyes y creas consistentemente al final las piezas del puzzle se unirán. Te lo digo por experiencia.

Conclusión

No importa que no lo entiendas o que no te guste: Necesitas utilizar el marketing a tu favor. Más concretamente el marketing relacional, que es de lo que —muy a mi manera— te he estado hablando.

Crea algo que aporte valor de forma consistente, preocúpate genuinamente de ayudar a los demás y antes de que te des cuenta tendrás un grupo de personas que querrán más de ti y que te seguirán donde vayas.

Tu audiencia te permitirá crecer, explorar y llegar a donde quieras llegar, pero tienes que aprender a comunicar con intención.

Olvídate de las excusas, de monetizar y de los números. Ahora lo único que debe interesarte es comenzar, dar rienda suelta a tu creatividad, para ello te propongo que durante treinta días dediques quince minutos a escribir.

Lo más importante: Deja de buscar excusas y empieza a crear cosas.