Aprender a aprender es importante, ya que todos y todas los que nos dedicamos a lo digital tenemos que seguir aprendiendo. Ya sabes: nunca dejes de aprender.

Igual que en otras ocasiones, no nos han enseñado cómo sacar el mayor provecho de nuestras capacidades o las bases sobre cómo almacena y recupera el cerebro la información.

He preparado algunos consejos sobre cómo aprender mejor, basados en todo lo que he leído pero sobre todo en mi propia experiencia.

Aunque tengo en mente a otros desarrolladores/as Web, no importa quién seas y a lo que te dediques; estos principios se pueden aplicar a cualquier persona.

1. Acepta el tedio

Primero hay que eliminar de una vez por todas el mito de que aquello que realmente impacta positivamente en nuestras vidas se puede conseguir sin esfuerzo.

Si lo piensas, todo lo que merece la pena requiere un esfuerzo, así que debemos hacer las paces con la idea de que aprender es tedioso, sobre todo al principio.

Así es como funciona el cerebro ante la perspectiva de invertir energía en algo que no sea alimentarse o reproducirse.

Sin embargo, comenzar es ganar la mitad de la batalla, así que no te frustres tanto: aceptarlo reduce la intensidad.

2. Traza y sigue un plan

Necesitas trazar un plan, es decir, hacer ingeniería inversa de lo que te costará aprender eso que quieres aprender.

Como no tenemos ni idea de lo que puede conllevar y además somos fatales calculando el tiempo, lo mejor es que decidas los tres siguientes pasos, nada más, ya que lo más normal es que acabes tomando decisiones y eligiendo caminos que no se pueden anticipar.

Debes ser flexible, es decir, tener tu objetivo en mente pero no cerrarse a una única forma de llegar.

No olvides esto: no se puede maniobrar un coche que no se ha puesto en marcha.

3. Busca la teoría como necesidad tras practicar

Cuando comienzas a aprender algo desafiante (como desarrollo Web), te encuentras con tantas variables y preguntas —y ninguna respuesta— que inconscientemente buscas atajos.

Caes víctima de cursos interminables que aparentemente te lo dan todo hecho. El problema es que no los terminas porque no hay una aplicación propia de lo aprendido. Es un camino, pero no es el tuyo, por lo que es difícil que te motive lo suficiente como para recorrerlo hasta el final.

En resumen: es otra forma (más sutil) de procrastinar.

La necesidad de teoría debe ser consecuencia de un caso real práctico propio. Este cambio de dinámica es (para mí) la verdadera forma de aprender.

Exactamente igual que con tus proyectos de clientes.

4. Nunca olvides los fundamentos

Los desarrolladores/as no somos inmunes a las modas.

Como cualquier otro colectivo caemos presa de un marketing muy bien desarrollado que conoce nuestros miedos y lo explota sin miramiento.

Sin embargo, esta es la única verdad: los frameworks y herramientas viene y van. Los fundamentos, es decir las tecnologías en las que se basan sigue y seguirán ahí.

Ser consciente de qué se aprende y, sobre todo para qué (de ahí lo importante que es trazar un plan) para no hacernos cautivos de una herramienta o, peor aún, acabar saltando de moda en moda.

5. No te descentres

FOMO (fear of missing out) define una característica de ser humano: el miedo a perderse algo, la necesidad de estar al día.

La consecuencia directa es que fragmentamos la atención en muchas direcciones al mismo tiempo.

Para aprender algo desafiante se necesita mantener de forma consciente la atención en ese tema y no desviarse. Lo que se llama JOMO (joy of missing out).

Puedes aprender todo lo que quieras, pero no puedes aprenderlo a la vez.

Debes seleccionar y consumir información que se alinee con lo que estás aprendiendo, e ignorar —temporalmente— el resto. Algo que nos resulta complicado, por los motivos que ya hemos hablado.

6. Sigue el rastro

Cuando intentamos entender un concepto muchas veces nos encontramos con otros conceptos relacionados, de los cuales podemos tener o no experiencia o conocimiento.

Lo corriente suele ser pasar por encima y hacerse el loco/a, pero para un aprendizaje más eficiente es mejor buscar el contexto completo, la perspectiva más amplia.

Debes seguir el rastro de todo lo que esté relacionado (ojo: relacionado) con lo que estamos aprendiendo, ya que entenderlo reforzará nuestra comprensión general.

7. Elige tu entorno

Resulta complicado creerse la influencia que tiene sobre nosotros el entorno en el que vivimos. Por eso es uno de los factores que pasan por alto generalmente.

Sin embargo el entorno donde vives te define. Es como un molde. Literalmente.

No existen entornos buenos o malos per se, pero sí entornos que te ayudan o te obstaculizan en tu dirección (que ahora ya tienes).

Como consejo general: debes buscar un lugar tranquilo donde puedas concentrarte y rodearte de personas que apoyan y respetan tu plan.

8. Prioriza la recarga (no el descanso)

Otro de los factores que pasamos por alto. Pensamos que no necesitamos descansar porque las consecuencias de no hacerlo aparecen de forma gradual y al principio se pueden paliar con estimulantes.

Sin embargo más tarde o más temprano acaban por quemarnos al consumir nuestro combustible interno: entusiasmo.

Una persona entusiasmada es capaz de cualquier cosa. Es como un elixir. Te otorga —casi— invencibilidad.

Es necesario buscar momentos donde recargar. Cada persona sabrá de qué forma, aunque el deporte, la naturaleza y el compartir tiempo por personas afines, no fallan.

Eso sí, es mucho más importante la calidad antes que cantidad.

9. Comprométete

La necesidad es la madre de la creatividad. Cuando pasas del me gustaría al tengo, las cosas suelen suceder más rápido.

Un compromiso profesional, personal, público o una combinación de todos añadirá algo de presión, sí, pero bien planificado hará que disfrutes más del proceso.

También ayuda visualizar el impacto de entender y dominar un nuevo lenguaje, herramienta o tecnología. Algo muy en los momentos complicados.

10. Toma notas y repásalas

Está demostrado que el ser humano olvida hasta el 40% de lo que aprende transcurridas 24 horas.

Tomar notas no solo ayuda a solidificar lo que se está aprendiendo, sino que también ayuda a recordarlo si se repasan y perfilan cada cierto tiempo (repetición espaciada).

Es importante tomarlas a mano, usar diagramas y conectar ideas, ya que deben tener un significado profundo para ti.

Conclusión

Como has podido comprobar ninguno de los consejos requiere un gran esfuerzo. De hecho creo que todos entran dentro de los patrones del sentido común. Quizás por eso es tan sencillo pasarlos por alto.

Espero que implementes todos (o alguno de ellos 😉) en tu día a día y que te ayuden a cumplir tus objetivos.

Nunca dejes de aprender… y de enseñar.

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